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Caiguda de cabell

Alopecia androgénica masculina

Suele comenzar a los 20-25 años y afecta a más del 60% de los hombres a lo largo de su vida. Se relaciona con causas genéticas (antecedentes familiares) y hormonales. Los folículos pilosos de la parte frontal superior y de la coronilla son los más afectados debido a la acción de los andrógenos, que los miniaturizan hasta hacerlos desaparecer si no se pone remedio. 

Alopecia androgénica femenina

Afecta más del 25% de las mujeres y su origen es multifactorial: antecedentes familiares, trastornos hormonales andrógeno-dependientes, carencia de hierro y vitaminas, anorexia nerviosa, dietas hipocalóricas...

Puede manifestarse de forma precoz (antes de la menopausia) o tardía (tras menopausia). Generalmente es más frecuente la tardía, pues en este periodo se producen una disminución de los estrógenos y un aumento de los andrógenos. 

Complementos nutricionales

Existen nutrientes que tienen un papel esencial en la salud del folículo piloso y en la estética de la fibra capilar, fomentando su elasticidad, su brillo y su fuerza. Por ello, los complementos nutricionales son cruciales para ayudar a tratar la caída del cabello, consiguiendo fortalecerlo y evitando su caída y rotura. El tratamiento con complementos nutricionales específicos debe mantenerse durante 6 meses para alcanzar el efecto deseado. 

  • Gelatina hidrolizada: potencia la fase anágena
  • Zinc: combate la falta de brillo y vitalidad
  • Vitaminas B5 y B6: regeneran el bulbo piloso
  • Biotina: fortalece el tallo piloso y activa su crecimiento
  • Cistina y metionina: ambas son aminoácidos muy ricos en azufre, el 5% del peso del tallo piloso es azufre, y se presenta como enlaces disulfuro capaces de cementar las fibrillas capilares de queratina, proteína que constituye en el pelo
  • Ácido hialurónico: hidrata, nutre y protege el cuero cabelludo.

Consejo farmacéutico

  • Lavar el pelo de forma frecuente 3 o 4 veces a la semana. De esta forma, acortaremos la fase de caída para que comience lo más pronto posible la fase de crecimiento.
  • Cepillar el cabello de forma frecuente con peines adecuados que no rompan las fibras capilares.
  • Utilizar champús específicos con un pH ácido. Son buenos coadyuvantes anticaída, pues estimulan el folículo piloso y normalizan la secreción sebácea.
  • Promover la dieta mediterránea, rica en vitaminas, minerales, aminoácidos y ácidos grasos omega 3. Restringir el consumo de alimentos hiperprocesados, el alcohol y los azúcares refinados.